FAMILIA, DISCAPACIDAD Y OCIO

El ocio y tiempo libre son elementos que han ido adquiriendo gran importancia y relevancia a lo largo del tiempo. Debemos tener en cuenta que cuando se habla de ocio y tiempo libre se suelen asociar dichos conceptos como si de sinónimos se tratasen, sin embargo, se debe tener en cuenta que aun existiendo una estrecha relación entre ambos conceptos, se trata de concepciones diferentes:

– El tiempo libre se define como un tiempo fuera de las obligaciones personales, o lo que es lo mismo, el tiempo que queda tras haber satisfecho todas las necesidades y obligaciones.

– Por su parte, el ocio durante el tiempo libre, implica la forma en la que se ocupa dicho tiempo libre; Esta forma, implica la realización de actividades que reportan una satisfacción personal, y que se realizan de forma libre y voluntaria. El tiempo libre aparece como el continente mientras que el ocio se manifiesta como su contenido. No todas las actividades que hacemos en el tiempo libre son ocio ya que, para serlo, tienen que cumplir con las que se consideran sus características fundamentales: ser libre o desinteresado, voluntario, que produce placer y que se realiza posteriormente a la realización de las obligaciones y necesidades básicas.

Por otra parte es necesario destacar las funciones del ocio entre las que destacan:

El nivel personal, donde el ocio fomenta la creación de la identidad psicosocial del individuo que lo practica. Así, la práctica de actividades de ocio es un aspecto que moldea al individuo dentro de unos cánones aceptables en su capacidad de expresión, de autocontrol, autosatisfacción, autoestima… y que complementa otras esferas de la vida como el trabajo, la familia.

Por lo que, partimos del convencimiento de que la familia es un sistema básico para el crecimiento de cualquier persona y, por tanto, de la provisión de apoyos para el desarrollo de las habilidades necesarias para alcanzar la calidad de vida a la que todos aspiramos.

Hemos considerado interesante hablar de ocio y familia, para destacar la importancia de algunos aspectos:

A) OCIO FAMILIAR
Debemos tener en cuenta que todas las personas que tienen familia suelen compartir buena parte de su tiempo de ocio con sus padres, hermanos, abuelos… Durante la infancia, el peso específico que tiene este espacio de tiempo en la vida del niño es mucho mayor que el que se da durante la adolescencia y juventud –momento en el que nos abrimos de forma más independiente a la sociedad y cobran más importancia los amigos-. En la vida adulta lo que hacemos es cambiar de contexto, y lo compartimos con la nueva familia que hemos creado (nuestra pareja, nuestros hijos, …) nos alejamos de nuestra familia de origen, que tan cerca habíamos tenido.

Si bien éste debería ser el proceso que también deberían vivir las personas con discapacidad, en algunas ocasiones no es así ya que una serie de circunstancias hacen que el ocio familiar sea el tipo de ocio que más practican las personas con discapacidad independientemente de su edad, necesidades e intereses individuales y personales

Son varios los motivos que provocan este hecho entre los que destacan:
– La falta de recursos de ocio
– Las dificultades propias de la persona con discapacidad para integrarse en actividades comunitarias
– El desconocimiento y miedo en el núcleo familiar

B) OCIO INDIVIDUAL FRENTE AL OCIO FAMILIAR
Algunas familias tienen dificultad en discernir entre estos dos conceptos. Quizás les pueda ayudar a diferenciar tener presentes las siguientes premisas:
• A medida que crecemos, las personas desarrollamos gustos y aficiones propios que definen la parte más fundamental de “cómo somos”.
• Para poder desarrollar este aspecto tan fundamental de la persona, es imprescindible contar con espacios de libertad donde se pueda expresar y desarrollar. (“no puedo manifestar como soy yo en un espacio donde no se me pide mi opinión, o se dirige lo que tengo que hacer “).
• Forma parte de lo que cada uno entendemos por calidad de vida, desarrollar este aspecto de forma individualizada e independiente.
• Hacer lo que a mis padres les apetece no es ocio, sino obligación familiar.

C) ¿POR QUÉ ES NECESARIO PONER EN MARCHA UN SERVICIO DE OCIO ACCESIBLE?

Es difícil generalizar este aspecto, ya que la relación será más cercana o menos en función de la edad y las necesidades de apoyo de la persona con discapacidad

En líneas generales, podemos decir que la responsabilidad de la familia con sus hijos menores de edad es evidente, por lo tanto, desde el Servicio de Ocio debemos contar con ellas (al proponer actividades, informando, …). En el caso de las personas adultas con necesidades generalizadas de apoyo también es necesaria una relación estrecha con la familia, pero por motivos distintos: la familia es la principal fuente de apoyo de estas personas y debe existir una relación fluida con los monitores y el Servicio de Ocio, siempre teniendo en cuenta a la persona con retraso mental (cuáles son sus gustos, qué actividades prefiere, etc.).

Otra situación es la de las personas adultas con más capacidades de comunicación, autogestión… En este caso, la persona con discapacidad debe ser el centro de la relación entre la familia y el Servicio de Ocio: esto es, que los monitores y el servicio deberían dirigirse directamente a él/ella (escuchándole, informándole…) y éste/a su familia.

Pero esta premisa, no exime de mantener una relación fluida con las familias de los participantes de las actividades de ocio ya que ambos (familia y servicio) estamos ofreciendo apoyos a las personas con discapacidad e incluso las situaciones de ocio pueden ser planificadas a nivel familiar al completo. Debemos, por tanto, colaborar en la misma dirección

El peligro está en confundir el trabajo en colaboración entre los agentes que ofrecen apoyo (familia, otros profesionales…) con la exclusión de la persona con discapacidad.

Ésta debe estar presente en todas las reuniones en las que se hable de ella, dar su punto de vista, manifestar su parecer.

Es necesario entender que colaborar no es “decirle al otro lo que tiene que hacer” sino intercambiar opiniones, puntos de vista para llegar a un espacio común de acuerdo. En algunas ocasiones, los monitores de ocio abanderan el “movimiento de defensa de los derechos del ocio” en contra de las familias, porque se tiene una visión muy negativa de éstas (sobreprotegen, ahogan, impiden el crecimiento…) cuando la realidad es mucho más compleja y hay muchas variables que provocan esta actitud.

En todo caso, lo que se debe tener en cuenta desde el Servicio de Ocio es que la familia necesita que la acompañen en el proceso de independencia y autonomía de su hijo o familiar con discapacidad.