En la sociedad actual, se llenan titulares de periódicos, espacios de televisión y las redes sociales abogando por la inclusión de las personas con discapacidad. Se ha llegado al punto de cambiar la terminología ; discapacidad, diversidad funcional,… hasta el punto que mezclamos todos y no se avanza hacia ningún lado. Debemos tener en cuenta, que nos movemos en un etiquetaje continuo.
Este etiquetaje, se produce en todos los ámbitos educativo, laboral, de ocio etc. esto se traduce en que la inclusión es exclusiva depende del tipo de discapacidad que se tenga se puede acceder o no a determinadas opciones o servicios.
Teniendo en cuenta lo anterior, podemos poner algunos ejemplos:
En el ámbito escolar, cada vez se ven más casos donde las instituciones educativas excluyen o derivan a niños en función a la discapacidad que tienen.
A nivel laboral, quizá sea el ámbito donde más evidente es esta situación ya que las empresas buscan personal con el certificado de discapacidad del 33% o superior pero luego sus instalaciones nos están adaptadas para que las personas con una discapacidad determinada desempeñe su trabajo. Por tanto, se deduce que únicamente buscan lograr las subvenciones y ventajas por la contratación de una persona con discapacidad, aunque estas deben cumplir un perfil concreto.
En relación al ocio, se fomenta la accesibilidad como un privilegio para un colectivo y situaciones concretas, donde la inclusión se torna un servicio de calidad y exclusivo por lo que realmente se está fomentando el ocio monótono las familias con miembros con discapacidad se mueven siempre a los mismos lugares, el mismo planning de vacaciones etc.
Para concluir, es necesario destacar que es evidente que se están generando y seleccionando perfiles de discapacidad concretos en función de las necesidades e intereses que tengan los centros educativos, empresas o complejos hoteleros y zonas turísticas. Por lo que la inclusión, llega a ser un concepto utópico a día de hoy es aquí donde se le da forma al concepto de discapacidad selectiva, es decir la inclusión depende de para qué y para quien.